Fate

A la espera de la noticia
Hoy no pensaba hacerlo-
Me esperaba (y aún estoy en ello)
un largo recorrido para
llevar a mi perro al veterinario de la facultad.
Digo UAB. Belaterra-
A hora treinta de mi casa-
trayecto de a tren-
y luego escaleras infinitas
a un mundo imposible-el del hospital-
el cual revisito extrañada.
Los animales-algunos sufrientes-
otros a la espera-
el mío excitado de saberse rodeado
de sus pares.
Comentamos con la dueña de un coker
Lo miro con prejuicio,
lo sospecho-
El pobre está aquí (suponemos)
Víctima de un mal diagnóstico-
Sangra por la nariz.
Y el mío todo elegancia y dulzura ladra.
Seguimos aguardando.
.............
Hablamos de razas.
Pasamos revista a unos cuantos:
Ritriever (muy buenos con los niños)
Boxer (cuanto babean)
Dálmatas ( me entero que trabajan
con los bomberos en algún lugar de
Inglaterra porque no temen al fuego.
Inmediatamente recuerdo al mío-finado
Al que velé brevemente-
Con la misma edad que tiene este cóker ahora-
saltando de panza en algún charco)
Siguen los comentarios
Y casi esquivo mi narración,
la del breve diálogo en que ella y yo
relacionamos los perros y los humanos.
O más bien las hembras y las mujeres.
Me dice siempre hablando de los dálmatas:
tengo entendido que se deforman.
Le contesto: especialmente las hembras.
Con una mirada cómplice de destino inevitable me dice:
Como los humanos.
Por suerte aún no traduzco los quejidos y las miserias
de estos animales.
No podría soportar otras similitudes.
Hoy no pensaba escribir.
Y menos narrar la muerte.